domingo, 15 de mayo de 2011

El texto: concepto y características

Estos esquemas os pueden ayudar a entender mejor las características del texto y el mecanismo que interviene en su elaboración y comprensión:







Aquí tenéis algunos ejemplos de lo que puede ser un texto.

El microcuento:

La última cena

El conde me ha invitado a su castillo. Naturalmente yo llevaré la bebida.

Ángel García Galiano

La noticia breve de última hora:
¿Por qué el terremoto ha sido tan destructivo? "Ademas de la profundidad del epicentro, un factor fundamental es la naturaleza del terreno, que puede amplificar o amortiguar el efecto del seísmo", responde Rodríguez. "Lorca está sobre el tipo de terrenos que amplifican el efecto"
El país.com
Entrada de un blog:
¿A quién no le ha ocurrido tomar de la estantería un libro que no ha tocado desde hace años y descubrir entre sus páginas un recorte de diario, una foto o un billete de tren olvidados allí dentro? Si el libro es nuestro, generalmente este hallazgo nos transporta al momento en que compramos o leímos el ejemplar y nos trae una oleada de recuerdos. A veces, se trata de objetos que no pusimos allí nosotros mismos, ya sea porque es un libro que prestamos a alguien o porque lo compramos de segunda mano. Seguramente este último caso es el que resulta más intrigante, el que abre más puertas a la imaginación. ¿Quién sería la persona retratada en la foto? ¿Qué importancia tenía para su poseedor ese artículo de periódico? ¿Era el billete de tren un simple marcapáginas o tenía algún significado especial, recuerdo de un viaje glorioso (o todo lo contrario)? Existe una web argentina, Otras historias, que se dedica precisamente a recoger estos hallazgos casuales en las páginas de un libro. Verán que algunos de ellos resultan enormemente sugerentes, e incluso permiten establecer curiosas analogías entre el objeto en cuestión y el título o tema del libro en que se ha encontrado: un calendario de fertilidad femenina dentro de un libro de poemas de Juana de Ibarborou; una añeja foto en sepia de dos niñas en un ejemplar de El principito; una fotografía de los Beatles en El mensaje de los sueños sexuales (¿a su propietario o propietaria le ponían los de Liverpool?); una serie de tréboles de cuatro hojas disecados entre las páginas de un libro de poemas de Walter Scott ¡eso sí es suerte! (como la persona que tuvo la fortuna de encontrarlas, en mi infancia siempre deseé, en vano, hallar uno de esos tréboles); o una hoja de afeitar encontrada entre las hojas de un diccionario. No sé si esto último trae mala o buena suerte, pero creo que a mí un hallazgo así me produciría bastante inquietud. Como comprobarán, material suficiente para escribir algunas novelas...

Esta entrada pertenece al blog de Elena Rius Notas para lectores curiosos.




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