miércoles, 29 de diciembre de 2010

Texto prescriptivo y el texto predictivo

Textos prescriptivos (o instructivos) y predictivos.






Ejemplos de textos presciptivos o instructivos

Berenjenas con gambas

Carvalho … volvió a ponerse el disco de Mahler, activó el fuego en la chimenea y se tumbó en el sofá con el puro en una mano y el vino al alcance de la otra. Bleda dormía junto al fuego como si fuera el animal más confiado de este mundo y Yes dormía en la habitación hecha a la medida de una taciturna soledad de hombre que quema los días, los años, como vicios imprescindibles y desagradables. Saltó del sofá y Bleda despertó alterada de su sueño, moviendo las orejas y los ojos, rasgados y lectores, hacia el Carvalho que se dirigía hacia la cocina como si hubiera oído un tam-tam inexcusable. Multiplicó las manos para puertas y cajones multiplicados, hasta disponer sobre el mármol un ejército de programados ingredientes. Cortó tres berenjenas en rodajas de un centímetro, las saló. Puso en una sartén aceite y un ajo que sofrió hasta casi el tueste. Pasó en el mismo aceite unas cabezas de gambas mientras descascarillaba las colas y cortaba dados de jamón. Retiró las cabezas de gambas y las puso a hervir en un caldo corto mientras desalaba las berenjenas y las secaba en un trapo, lámina a lámina. En el aceite de freír el ajo y las cabezas de las gambas fue friendo las berenjenas y luego las dejaba en un escurridor para que soltaran los aceites. Una vez fritas las berenjenas, en el mismo aceite sofrió cebolla rallada, una cucharada de harina y afrontó la bechamel con leche y caldo de las cabezas de gambas cocidas. Dispuso las berenjenas en capas en una cazuela de horno, y dejó caer sobre ellas una lluvia de desnudas colas de gambas, dados de jamón y lo bañó todo con la bechamel. De sus dedos cayó la nieve del queso rallado cubriendo la blancura tostada de la bechamel y metió la cazuela en el horno para que se gratinara. Con los codos derribó todo lo que ocupaba la mesa de la cocina y sobre la tabla blanca dispuso dos servicios y una botella de clarete de Jumilla que sacó del armario-alacena situado junto a la cocina.

Manuel Vázquez Montalbán, Los mares del Sur.



BERENJENAS AL GRATÉN

Ingredientes:

1 kg de berenjenas
250 g de bacón en lonchas
250 g de queso gruyer en lonchas
2 huevos
un vaso de leche
sal
pimienta
2 cucharadas de aceite

Receta:

Pelar y cortar la pulpa de las berenjenas en cuadraditos, freírla con el aceite y la sal. Una vez lista, escurrirla bien. En una fuente poner sobre las «barquitas» una capa de berenjenas, una de queso, una de bacón y para acabar otra de berenjenas. Batir los huevos con sal, pimienta y el vaso de leche y verterlo sobre las berenjenas. Meter en el horno a temperatura media hasta que el huevo esté cuajado.

Ejemplo de texto predictivo

Semana del 30 al 06 de octubre

Amor y familia:

 Te encontrarás en una etapa muy amorosa para ti, quedarán atrás los malos rollos y la mala comunicación que había entre vosotros. Pero tendrás que aprender a controlar tu carácter, no andes como un loco. Aunque te encuentres en una situación de muchos altibajos recuerda que tu pareja es alguien muy especial. Tendrás una buena noticia de un familiar.

Trabajo:

 Aunque en estos momentos estás pasando por un bache económico, tu afán de ahorrar va a empezar a recoger sus frutos, lo agradecerás porque corren malos tiempos para tu economía. Las cosas en el trabajo no van a estar del todo bien, pero tú tienes las espaldas cubiertas e intenta no meterte en asuntos que no te incumben. Si llevas a la práctica esta recomendación lo agradecerás.

Salud:

 Dedícate a vivir la vida, no te descuides e intenta hacer cosas que enriquezcan tu mente. Tu color de vela, el dorado. Te ayudará a cumplir tus deseos.

Número astrológico afortunado:

 3

Perspectiva económica:

 Regular

Signo compatible:

 Piscis

jueves, 23 de diciembre de 2010

Felices fiestas


Os deseamos feliz Navidad y Buen año 2011.

Juan Manuel
Ruth

Renacimiento y Barroco

Para ayudaros a distinguir mejor estos movimientos de los siglos de oro, ahí van estos documentos:
Las diferencias en la lírica del Renacimiento y del Barroco:



Renacimiento
Barroco



Espero que os ayude a solucionar vuestras dudas.

Luis de Góngora - "Mientras por competir por tu cabello" (ca.1582)



LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE
Nació en Córdoba en el seno de una ilustre familia y estudió en la Universidad de Salamanca. Recibió órdenes religiosas y en su juventud ya era bastante famoso puesto que Cervantes ya habla de él cuando Góngora sólo tiene 24 años. Obtuvo un cargo eclesiástico de poca importancia pero que le permitió viajar por España con frecuencia y frecuentar la Corte en Madrid. Se establece en esta ciudad y consigue que Felipe III le nombre su capellán. A diferencia de la mayoría de sus contemporáneos, en Góngora, ni la religión ni el amor, pese a algunas aventuras juveniles, ocupan un lugar importante en su vida o en su poesía. Parece que le domina un solo sentimiento, el de la belleza, pues el amor y la naturaleza, asuntos de los que trató con perfecto dominio, más que sentimientos en él aparecen como pretextos para la creación poética. Al final de su vida, agobiado por las deudas, se traslada a Córdoba, donde muere.
Góngora tuvo en vida defensores apasionados y críticos implacables. El carácter mismo de su poesía haría que esta división de opiniones continuara después de su muerte y llegara aún a nuestros días. Los dos enemigos de más valer que tuvo Góngora fueron Quevedo y Lope de Vega, aunque contó con famosos partidarios como el conde de Villamediana o los humanistas Pedro de Valencia y fray Hortensio de Paravicino. El motivo de esta división radical de posturas reside en el carácter innovador de la poesía de Góngora, cabeza del estilo literario conocido por culteranismo, un término que poseyó en su origen carácter burlesco, formado a partir de la palabra culto y que, de hecho, supone la fase final de la evolución de la poesía renacentista española, instaurada por Garcilaso de la Vega. Sin embargo, a pesar de su gran ornamentación verbal, y de la utilización de palabras comunes en una acepción latina, la crítica considera que el culteranismo es una manifestación peculiar del conceptismo —la escuela literaria que supuestamente se le oponía—. En realidad, y desde el punto de vista de la ideación, Góngora piensa mediante conceptos, aunque su escritura, realizada con recursos lingüísticos como los mencionados, y en ocasiones una difícil erudición, logra grados de elevación lírica y de
complicación, a veces casi inalcanzables.
Hasta hace poco la historia literaria separaba la obra poética de Góngora en dos mitades claramente diferenciadas. Por un lado, las letrillas de inspiración popular y los romances: moriscos, amorosos, pastoriles y caballerescos. De otro, su obra cultista iniciada en 1610 con la Oda a la toma de Larache, y continuada con el incremento constante de la oscuridad estilística en la fábula de Polifemo y Galatea (1613), las Soledades (1613) y el Panegírico al duque de Lerma (1617). Equidistante entre ambos aspectos, se podrían situar sus numerosos sonetos y canciones de estilo clásico, en los que no se advierte tanto el cultismo. Para el Góngora de la primera manera, la crítica, desde la de sus coetáneos, sólo tuvo elogios. Incluso en los momentos de mayor antigongorismo nadie puso en duda la belleza de letrillas como Las flores del romero, Lloraba la niña, No son todo ruiseñores ni de los romances: En los pinares del rey, Amarrado al duro banco, Servía en Orán al rey, entre otros. Otra vena poética que domina en Góngora es la burlesca, como demuestran Ande yo caliente, Ahora que estoy despacio o Murmuraban los rocines. Para algunos es el autor de los más bellos sonetos que se han compuesto en lengua castellana.
La fábula de Polifemo y Galatea (1613) es la recreación más perfecta de una fábula mitológica en la poesía española. Al narrar el viejo tema -pasión del cíclope Polifemo por la ninfa Galatea, idilio de ésta con el joven Acis, venganza del gigante- Góngora crea una obra de brillante hermosura descriptiva, de construcción acabada, donde el arte del contraste y de lo hiperbólico queda sometido a formas rigurosas. Las Soledades (1613) es una obra de mayor aliento y de plan más madurado. Góngora proyectaba cantar las soledades de los campos, de las riberas, de las selvas y de los yermos. Sólo compuso la primera y parte de la segunda, que constituyen un poema pictórico, panorámico, rico en color y matices. Escrito en silvas, y todavía discutido hoy, constituye una de las cumbres de la lírica de todos los tiempos.
El Góngora del Polifemo y las Soledades fue muy mal entendido por la crítica. Su estilo suscitó inmediatamente la oposición. El humanista Francisco Calcals (1564-1642) cuando leyó las Soledades afirmó que el príncipe de la luz —refiriéndose al poeta de las letrillas— se había mutado en el príncipe de las tinieblas. Una actitud que se prolongaría hasta finales del siglo XIX, cuando algunos simbolistas franceses, en especial Verlaine, y los poetas modernistas de habla española, inician la valoración del gongorismo. Una valoración que culmina en 1927, año del centenario de su muerte, cuando una nueva generación de poetas españoles, Jorge Guillén, Pedro Salinas, García Lorca, Alberti, le aclaman como a uno de sus maestros, y Dámaso Alonso, poeta
también, publica su edición crítica de las Soledades, a la que siguen algunos estudios definitivos para la comprensión de Góngora.
URL: http://www.cervantesvirtual.com/bib_autor/gongora/

Soneto LCXVI. "Mientras por competir con tu cabello"
Góngora escribió este soneto cuando tenía veinte años. Aborda el tópico del carpe diem, invitación al disfrute del amor antes de que llegue la inexorable vejez. El lapidario verso final nos advierte de que toda belleza está condenada a extinguirse, lección que se transmite por medio de una gradación descendente en la que cada elemento es menos material que el anterior: tierra, humo, polvo, sombra, nada. Hoy en día, puede parecernos que el humo está mal situado en la enumeración, pues es más volátil que el polvo, pero Góngora utiliza la palabra como sinónimo de humus ("capa de tierra formada por sustancias orgánicas en descomposición").
  1. El tema del soneto es una versión barroca del tópico renacentista del carpe diem. ¿Cómo es la interpretación de dicho tópico que se realiza en este soneto?
  2. Completa la siguiente correlación referida a los cuartetos:

cuello


cabello



lilio bello


labio

  • Explica qué figura literaria corresponde a cada caso. ¿A qué elemento sensorial hace referencia cada uno de ellos?
  • El primer terceto recoge todos los términos que han aparecido aislados a lo largo de los cuartetos. ¿En qué versos? ¿Cómo se realiza la agrupación? El recurso literario de esta agrupación se llama diseminación-recolección.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Metralleta y Patapalo, cuento de Enrique Páez


Tras la lectura del cuento Metralleta y Patapalo, las actividades que deben realizarse son las siguientes:
1. Realiza una descripción del aula de 2º ESO C. Procura recordar todos los detalles posibles.
2. Busca en el cuento ejemplos de los siguientes tipos de sintagma: tres sintagmas nominales, tres sintagmas verbales, un sintagama adjetival, un sintagma adverbial, dos sintagmas preposicionales. Luego copia dos oraciones y subraya cuál es el SN sujeto y el SV predicadio.
3. Copia tres sintagmas nominales que encuentres en el cuento y señala los elementos que componen esos sintagmas. Indica qué tipos de palabras son las componen el SN y qué función tienen dentro del sintagma.
4. Copia una oración simple del texto y señala cuál es su sujeto. Di cuál es el núcleo del sujeto e indica la concordancia que hay entre dicho núcleo y el núcleo del predicado.
5. Copia una oración en la que el sujeto sea elíptico.
6. Copia dos palabras esdrújulas del texto, tres palabras llanas sin tilde y tres agudas con tilde. Escribe en cada caso qué norma de acentuación cumplen.
7. Copia tres palabras que contengan diptongo y tres palabras que contengan hiato.
8. Indica qué tipo de narrador es el del cuento: interno o interno y por qué. Según el punto de vista, ¿qué tipo de narrador sería? Justifica tu respuesta.
9. Señala qué personajes son pricipales y cuáles son secundarios. ¿Alguno de ellos es redondo o plano? ¿Por qué?
10. ¿En qué espacio se desarrolla la acción del cuento? ¿Es real, imaginario o fantástico? ¿Cuánto dura el tiempo del relato? Anota aquellas palabras que ayudan a saber qué espacio es el de la historia.

Para hacer estas actividades tendrás que repasar las tres unidades del libro digital que hemos trabajado durante el último trimestre y hacer un alectura atenta del texto. Si no haces ninguna de estas dos cosas, difícilmente podrás llevar a término la actividad.

FELICES FIESTAS A TODOS

lunes, 20 de diciembre de 2010

Poesía renacentista y Los siglos de oro (test)

Aquí tenéis un test sobre la literatura de los Siglos de Oro que puede semejarse a las preguntas de tipo test del examen de semana verde.

Además es conveniente revisar el siguiente documento sobre poesía. Para entender mejor las diferencias entre mística y ascética ver este documento y esta presentación:

Ortografía

Ejercicios recomendados para mejorar la ortografía:

Además podéis consultar las normas de la Real Academia de la Lengua (no es posible imprimirla, sólo guardar una copia): http://www.rae.es/rae/gestores/gespub000015.nsf/%28voanexos%29/arch7E8694F9D6446133C12571640039A189/$FILE/Ortografia.pdf

Además, es de lo más útil hacer breves dictados (a través de algún libro que tengáis por casa) que se puedan corregir posteriormente.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Fray Luis de León

BIOGRAFÍA
(Belmonte, España, 1527-Madrigal de las Altas Torres, id., 1591) Escritor
español en lenguas castellana y latina. De ascendencia judía, desde muy joven
militó en la orden agustina. Estudió en las universidades de Alcalá de Henares
y de Salamanca, donde obtuvo dos cátedras: la primera de filosofía moral y la
segunda de Sagradas Escrituras, que abandonó más tarde para dedicarse a su
orden. Fue detenido por la Inquisición y encarcelado durante casi cuatro años
(1573-1576) a causa de su Comentario al Cantar de los Cantares (1561), traducción
al castellano del texto bíblico, entonces prohibido.
Fray Luis fue un gran humanista de espíritu cristiano y muy buen conocedor de
los clásicos latinos. Destacó ante todo como prosista en castellano: su conciencia
estilística, que se manifiesta en los efectos rítmicos que introdujo en su prosa, y
su empeño en conseguir un lenguaje cuidado y natural lo convierten en un
escritor fundamental para la consolidación de la prosa castellana.
Destacan en este sentido La perfecta casada (1583), sobre las virtudes de la mujer
cristiana, y, sobre todo, De los nombres de Cristo (1574-1575), comentario erudito
que constituye sin duda su obra más conseguida estilísticamente. Sin embargo,
su fama literaria se debe a sus composiciones poéticas, veintitrés poemas
publicados por primera vez por Quevedo en 1637 en un intento de ofrecer
contramodelos a la corriente gongorina.
URL: http://www.cervantesvirtual.com/bib_autor/frayluisdeleon/

viernes, 10 de diciembre de 2010

Soneto XXXIII, Garcilaso de la Vega

GARCILASO DE LA VEGA
Poeta renacentista español y uno de los mejores poetas líricos de la literatura española. Nació en Toledo en el seno de una familia ilustre -su padre había sido embajador en Roma durante el reinado de los Reyes Católicos- y recibió una buena formación humanística. Muy joven entra al servicio de Carlos I y empieza a cosechar honores. Entre 1520 y 1523 es nombrado contino, es decir, miembro de la Corte, Caballero de Santiago y armado caballero. Lucha en las guerras de las Comunidades al lado del Emperador contra los comuneros, contra los turcos y contra los franceses. En 1525 se casa con Isabel de Zúñiga, dama de compañía de la hermana del Emperador por instancias de éste. En 1526 se traslada la corte a Granada y allí conoce al embajador italiano, Andrea Navagero, el cual le incita a que escriba sonetos, y también a una dama portuguesa, Isabel de Freyre, de la que se enamora sin ser correspondido. Entre 1529 y 1530 viaja a Italia en compañía de Carlos I para que reciba la corona imperial de manos del papa Clemente VII. A su regreso a España, asiste a la boda de su sobrino, que no había autorizado el Emperador, por lo que sufre destierro en una isla del Danubio y de allí marcha a Nápoles, como
lugarteniente del Virrey. Vive dos años interesándose por la cultura italiana y entabla amistad con el español Juan Valdés y los italianos Pietro Bembo, Bernardo Tasso, entre otros. En 1534 vuelve a España en misión diplomática y se entera de que Isabel ha muerto. Regresa afligido a Italia y es nombrado alcalde de Reggio, cargo que abandona para incorporarse a las tropas
imperiales que van a luchar contra los turcos de Barbarroja. Después Francia invade Saboya y el Emperador declara la guerra: en la campaña de Provenza, Garcilaso de la Vega es herido por una piedra al intentar escalar una fortaleza, unos días después, el 13 o 14 de septiembre de 1536, moría en Niza.
Garcilaso encarna el ideal cortesano de la época al unir en su persona al poeta y al militar. Escribió una corta producción de versos pero que no publicó en vida. Fue su amigo Juan Boscán quien reunió los manuscritos, los revisó y publicó en Barcelona junto con sus propias obras bajo el título de Las obras de Boscán y algunas de Garcilaso de la Vega (1543). El libro fue un acontecimiento importante por los nuevos metros de origen italiano que contenía: el soneto, la canzone, las octavas, la rima interior y el verso libre; por los temas mitológicos, arcádicos y discursivos y por su lenguaje hecho de frases cortas, imágenes plásticas y una gran musicalidad; como las obras de Garcilaso gustaban más que las de Boscán, los editores decidieron publicarlas independientemente, y un tomito de Garcilaso solo apareció en Salamanca en 1569. Desde entonces ha seguido siendo así. La obra completa de Garcilaso se compone de poco más de 4.000 versos que forman tres églogas, 38 sonetos, dos elegías, cinco canciones y una epístola. La trascendencia de la obra garcilasiana procede de haber introducido el verso endecasílabo en España, así como la poesía petrarquista, que no es otra cosa sino la gran poesía lírica del renacimiento. La mayor parte de sus composiciones tratan el tema amoroso pero no a la manera medievalista o tradicional castellana del romance, sino como un concepto lírico abstracto, de ideal de belleza, de creación artística. Su maestría reside en una aparente sencillez y naturalidad conseguida por las formas, métricas, las rimas suaves, poco relevantes pero variadas, las metáforas delicadas, las paradojas, los juegos conceptistas con el fin de crear una atmósfera fútil, de nostalgia y evanescencia en la que el poeta ya puede sincerarse. Sin duda es el poeta de la elegancia, del que tantos otros, y grandes, se sentirán deudos, desde Luis de Góngora hasta Alberti, Juan Ramón Jiménez o Gustavo Adolfo Bécquer.

URL:
http://www.cervantesvirtual.com/bib_autor/garcilaso/
http://www.garcilaso.org/

lunes, 6 de diciembre de 2010

Lectura de La casa de Bernarda Alba


En la introducción al libro, hallamos un apartado en el que se nos habla de la mezcla de tradiciones que podemos hallar en la obra. Señala dichas tradiciones y qué elementos comparte La casa de Bernarda Alba con ellas.

Primer acto

1. Según Poncia, ¿por qué no han venido los miembros de la familia del difunto al entierro?
2. Explica cómo describe Poncia su relación con Bernarda
3. El agua es uno de los elementos con valor simbólico en la obra. Ejemplifícalo.

4. ¿Quién es Paca la Roseta y qué relación tiene con la trama?

5. Los colores que aparecen y su significado.

Segundo acto

1. Comenta la acotación del segundo acto: ¿dónde se desarrolla la escena? ¿de qué hablan los personajes?
2. Significación de las referencias al calor en este acto.

3. Comenta las siguientes frases: “¡yo hago con mi cuerpo lo que me parece!” (Adela),
“Nacer mujer es el mayor castigo” (Amelia)
4. La conversación entre Poncia y Adela, qué le recomienda la Poncia.

5. Resume el episodio de la desaparición del retrato de Pepe el Romano.

Tercer acto

1. La escena comienza, como el acto segundo, con una secuencia cotidiana y de tono relajado. Demuéstralo. Significación del color blanco y del calor en todo el acto.
2. ¿Qué le aconseja la Poncia a Bernarda? ¿Cómo actúa esta última ante estos consejos?

3. María Josefa dice grandes verdades en medio de su locura, ¿Por qué?

4. La tensión va creciendo, sobre todo en la escena de Martirio y Adela. Explica cómo
actúan estos dos personajes en esa secuencia
5. Final de la obra: cómo se precipita la tragedia, rebelión de Adela, desenlace… Breve
resumen.


El siguiente vídeo es una presentación de la obra representada en el TNC de Barcelona en el año 2010.



Estos dos vídeos recogen información sobre la biografía de Federico García Lorca.





Una vez vistos los dos vídeos referentes a Federico García Lorca, deberás realizar un breve resumen de quién fue este poeta y dramaturgo. Dicho resumen no ocupará más de 150 palabras, por lo que deberás sintentizar la información. Recuerdo que cualquier copia de una página web es fácil de detectar. Todo el trabajo deberá realizarse a mano, excepto las preguntas, que pueden imprimirse. La presentación deberá responder a las pautas que encontraréis aquí. Si alguien no cumple con alguna de dichas pautas, el trabajo no será evaluado.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Redacciones para 2º de ESO

Para que no os aburráis en casa durante estos días de fiesta, vais a realizar unas redacciones para poder practicar el uso de la lengua castellana. Dichas redacciones se harán a mano, en un folio en blanco siguiendo las pautas que tenéis aquí.



La primera redacción será narrativa. Tenéis que contar en un mínimo de 150 palabras qué hacéis durante uno de estos días de descanso. Podéis introducir algún elemento fantástico. De este modo conseguiréis que ese día sea algo más especial de lo habitual.

La segunda redacción será prescriptiva. A partir de algún plato que prepare vuestra madre, escribiréis una receta siguiendo los pasos señalados en el libro digital. Es decir, la receta tiene que presentar un título, una enumeración de los ingredientes, y los pasos que hay que seguir para lograr el plato deseado. Los verbos que utilicéis deberán aparecer en imperativo.

La tercera redacción será una crítica cinematográfica. A partir de una película que veáis estos días, tenéis que dar vuestra opinión sobre la misma. Busca el cartel de la película y la ficha técnica, las imprimes en un folio, y luego la crítica la haces a mano.


Las tres redacciones deberán presentarse o bien grapadas, o bien en una funda de plástico para evitar su pérdida. El incumplimiento de algunas de las normas que tienes aquí, significará que el trabajo no sea evaluado.

jueves, 2 de diciembre de 2010

El texto narrativo y el texto descriptivo

El texto narrativo

Esquema para la ESO


Esquemas para Bachillerato





Para repasar la teoría básica (sería necesaria una ampliación para Bachillerato) y poder hacer práctica os recomendamos el siguiente enlace. Es muy recomendable, sobre todo por las actividades para poder entrar en materia. En este vídeo, además, se os habla de forma didáctica de los textos narrativo y descriptivo, y también en este otro y en éste, respectivamente.

El texto que aparece a continuación es un cuento breve de Julio Cortázar. En él podrás observar las distintas particularidades del texto narrativo desarrolladas en el esquema.

Un hombre vendía gritos y palabras, y le iba bien, aunque encontraba mucha gente que discutía los precios y solicitaba descuentos. El hombre accedía casi siempre, y así pudo vender muchos gritos de vendedores callejeros, algunos suspiros que le compraban señoras rentistas, y palabras para consignas, esloganes, membretes y falsas ocurrencias.
Por fin el hombre supo que habia llegado la hora y pidió audiencia al tiranuelo del pais, que se parecía a todos sus colegas y lo recibió rodeado de generales, secretarios y tazas de café.
-Vengo a venderle sus últimas palabras -dijo el hombre-. Son muy importantes porque a usted nunca le van a salir bien en el momento, y en cambio le conviene decirlas en el duro trance para configurar facilmente un destino histórico retrospectivo. -Traducí lo que dice- mandó el tiranuelo a su interprete. -Habla en argentino, Excelencia. -¿En argentino? ¿Y por qué no entiendo nada? -Usted ha entendido muy bien -dijo el hombre-. Repito que vengo a venderle sus últimas palabras.
El tiranuelo se puso en pie como es de práctica en estas circunstancias, y reprimiendo un temblor, mandó que arrestaran al hombre y lo metieran en los calabozos especiales que siempre existen en esos ambientes gubernativos. -Es lástima- dijo el hombre mientras se lo llevaban-. En realidad usted querrá decir sus últimas palabras cuando llegue el momento, y necesitará decirlas para configurar fácilmente un destino histórico retrospectivo. Lo que yo iba a venderle es lo que usted querrá decir, de modo que no hay engaño. Pero como no acepta el negocio, como no va a aprender por adelantado esas palabras, cuando llegue el momento en que quieran brotar por primera vez y naturalmente, usted no podrá decirlas. -¿Por qué no podré decirlas, si son las que he de querer decir? -preguntó el tiranuelo ya frente a otra taza de café. -Porque el miedo no lo dejará -dijo tristemente el hombre-. Como estará con una soga al cuello, en camisa y temblando de frío, los dientes se le entrechocarán y no podrá articular palabra. El verdugo y los asistentes, entre los cuales habrá alguno de estos señores, esperarán por decoro un par de minutos, pero cuando de su boca brote solamente un gemido entrecortado por hipos y súplicas de perdón (porque eso sí lo articulará sin esfuerzo) se impacientarán y lo ahorcarán.
Muy indignados, los asistentes y en especial los generales, rodearon al tiranuelo para pedirle que hiciera fusilar inmediatamente al hombre. Pero el tiranuelo, que estaba-pálido-como-la-muerte, los echó a empellones y se encerró con el hombre, para comprar sus últimas palabras.
Entretanto, los generales y secretarios, humilladísimos por el trato recibido, prepararon un levantamiento y a la mañana siguiente prendieron al tiranuelo mientras comía uvas en su glorieta preferida. Para que no pudiera decir sus últimas palabras lo mataron en el acto pegándole un tiro. Después se pusieron a buscar al hombre, que había desaparecido de la casa de gobierno, y no tardaron en encontrarlo, pues se paseaba por el mercado vendiendo pregones a los saltimbanquis. Metiéndolo en un coche celular, lo llevaron a la fortaleza, y lo torturaron para que revelase cuáles hubieran podido ser las últimas palabras del tiranuelo. Como no pudieron arrancarle la confesión, lo mataron a puntapiés.
Los vendedores callejeros que le habían comprado gritos siguieron gritándolos en las esquinas, y uno de esos gritos sirvió más adelante como santo y seña de la contrarrevolución que acabó con los generales y los secretarios. Algunos, antes de morir, pensaron confusamente que todo aquello había sido una torpe cadena de confusiones y que las palabras y los gritos eran cosa que en rigor pueden venderse pero no comprarse, aunque parezca absurdo.
Y se fueron pudriendo todos, el tiranuelo, el hombre y los generales y secretarios, pero los gritos resonaban de cuando en cuando en las esquinas.

El texto descriptivo

Aquí tenéis un mapa conceptual sobre la descripción.



Aquí tenéis otro.



Pedro Lloros

Pedro Lloros tenía la tripa triste. Pedro Lloros comía poco, y no siempre. En el verano se alimentaba de peces y cangrejos de río, de tomates y patatas robadas, de pan mendigado, de agua de las fuentes públicas y de sueño. En el invierno, de rebañar en las casas limosneras los pucheros, de algún traguillo de vino y también de sueño, que es el mejor manjar de un pobretón. Por la primavera y el otoño, sus pasos se perdían. Pescador era bueno; ladrón algo torpe; vago, muy vago. … Pedro Lloros poseía un corazón chiquito y veloz. Se asustaba de todo y se apellidaba perfectamente. Era calvo, retorcido, afilado de cara, y llevaba la bola del mundo, en vez de en los hombros, en la barriga. Su madre lo parió sietemesino y zurdo, y su padre no pudo hacer carrera de él porque, a decir verdad, no se empeñó mucho, y Pedro, desde muy chico, quiso no servir para nada. Pedro perdió a sus padres en una epidemia de gripe; después estuvo llorando y quejándose mucho tiempo, hasta que se hizo amigo de don Anselmo, un mendigo de sombrero agujereado y bastón con puño de metal. Don Anselmo le presentó a sus conocidos. La presentación en sociedad de Pedro fue muy alegre: todos se emborracharon y luego discutieron; por fin, se pegaron. Pedro no se atrevió a abrir la boca por temor de que le saltasen los dientecillos, ratoneros y cariados, de una bofetada. Luego, todos le quisieron.

Ignacio Aldecoa
Los bienaventurados

sábado, 27 de noviembre de 2010

Las propiedades del texto

Las propiedades del texto

Todo texto presenta una serie de rasgos que lo hacen un objeto cerrado con significado completo. 





A fin de reconocer las propiedades esquematizadas os proponemos la lectura del siguiente texto, extraído de la bitácora de José Manuel Benítez Ariza. Una bitácora es una suerte de diario personal, público, en el que su autor va dejando constancia de sus andaduras vitales, o bien deja reflexiones sobre las mismas.
Paso medio día al pie del ordenador y medio día deambulando, que es también una forma de abundar en lo mismo; quiero decir, que es parte también del trabajo que estoy haciendo. Uno es hombre de rutinas, y acaso en la soledad se entienda mejor que nunca el sentido de éstas: llenar las horas, evitar el vértigo del vacío, tener en el propio trabajo el confidente que quizá le falta a uno. Pero no hay que exagerar: es una soledad elegida, parcial, alternada con largos y fructíferos intervalos de compañía que, a veces, como ayer, ocupan toda la jornada, o casi...

Hoy -escribo esto a las once de la noche- el día ha sido apretado: a primera hora de la mañana escribo la presentación del compañero de colección al que haré los honores el próximo viernes. Bajo luego a comprar el pan y a estirar un poco las piernas por este bendito barrio, tan laborioso y, al parecer, tan castigado... Dedico el resto de la mañana a dar forma narrativa a algunas ideas que terminé de concretar el día anterior, y que quizá den para un capítulo o dos de la novela en curso... Almuerzo, descanso un poco, acudo a una cita en el otro extremo de Madrid (una hora en metro), en la redacción del suplemento literario con el que colaboro. Y a la vuelta de la misma comienza el deambular propiamente dicho: me bajo del metro en la estación de Alonso Martínez y echo el rato en una conocida librería de la zona, especializada en libros en lenguas extranjeras. Pero, a pesar de que es una estupenda librería, no compro nada. Me lleva pasando desde que comencé este viaje: las bien surtidas y excelentes librerías madrileñas me dejan indiferente; y, en cambio, apenas salgo de la que motiva este comentario, me paro en un tenderete callejero de libros viejos, en la plaza de Santa Bárbara, y compro allí Brujas, la muerta, un libro de Rodenbach cuyo título me hechizó la primera vez que lo oí, y una bella edición de 1971 de Diario de un muchacho, de Kawabata, para la colección de libros japoneses de M.A.

Calmada la pulsión libresca, desciendo la calle Hortaleza, hoy muy tranquila, a diferencia de los fines de semana; me paro ante las estupendas zapaterías de la calle Augusto Figueroa, en silencioso homenaje a mi mujer y a mi hija, que no tuvieron apenas tiempo de hacerlo durante el fin de semana; me asomo a la plaza de Chueca, con intención de tomarme un vermú de grifo en cierta taberna en la que, sin embargo, desisto de entrar, porque hay demasiada gente, y sigo por Hortaleza hasta Gran Vía, no sin desviarme antes por la calle de la Reina, de la que me he hecho casi asiduo. El paseo tiene un propósito. Llevo treinta años viniendo a Madrid y, aunque me oriento con bastante exactitud por esta ciudad, y conozco muchos de sus lugares señeros, me falta a veces la interconexión entre esos lugares: es el resultado de ir siempre acompañado, de no tener necesidad de fijarme en los hitos o marcas distintivas de las rutas por las que me llevan. Estos largos paseos de ahora me sirven para unir las piezas de esa topografía dispersa; para sorprenderme, por ejemplo, de que la prolongación de Hortaleza, ya cruzada la Gran Vía, sea la mismísima calle Montera, que desemboca en la Puerta del Sol; desde la que busco, para engarzar una nueva cuenta a mi collar de lugares inconexos, la populosa plaza de Santa Ana, desde la que me oriento hacia la calle del León, donde tomo una caña en Casa Pueblo, y al final de la cual constato, casi con alborozo, que esta castiza calle conduce a... Antón Martín, mi punto de referencia para las tardes en la Filmoteca, las bajadas a Lavapiés o los paseos por Atocha hasta desembocar en la Plaza Mayor y, desde allí, bajar la calle Toledo para enlazar con el Rastro... Sé que estas anotaciones, digamos, topográficas pueden resultar aburridas. Pero ahora uso este cuaderno como mera libreta de anotaciones, y es esto lo que toca anotar.


La entrada original puedes encontrarla aquí.


Los marcadores del texto



Hace unos meses, en el Disseny Hub de Barcelona se podía visitar la exposición Helvetica, ¿una nueva tipografía?, que reivindicaba el papel de esta familia de letras de palo seco a lo largo del último medio siglo. La creó el zuriqués Max Miedinger y le puso el nombre del gentilicio de su país. No fue, Miedinger, un ególatra, porque no la bautizó con su nombre, como había sucedido con familias anteriores, que acabaron conociéndose con los apellidos de sus padres tipógrafos. Hoy, gracias a los tratamientos de textos informáticos, nombres como Garamond o Bodoni nos resultan familiares.
Gutenberg fundió metal en moldes para aquella primera imprenta. Con esas matrices se obtienen los tipos –y de ahí el nombre del arte de imprimir: la tipografía–. Desde hace unos años, esas familias de letras se conocen también como fuentes. Si alguien quisiera inventarse el origen de esa palabra vinculada al mundo de las artes gráficas no lo tendría difícil, pues fuente puede ser sinónimo de matriz, de origen, y con estos ingredientes se cocina una explicación bien ligada. Pero sería una etimología absolutamente falsa.
Ricardo Soca, el periodista uruguayo que distribuye diariamente La palabra del día y gestiona la siempre interesante web Elcastellano.org, envió hace unos días a sus doscientos mil suscriptores la palabra fuente con esta suculenta explicación: “Los tipos no son fuentes, como se ha dado en llamarlos al traducir erróneamente el vocablo inglés font. La confusión proviene del hecho de que font tiene dos significados (...). En la segunda acepción, font o fount, llegó al inglés a partir del francés fonte, que no significa fuente, sino fundición de metal, con origen en el latín funditus, participio de fundere ‘fundir’, ‘fabricar’. Los caracteres de la tipografía inventada por Gutenberg eran de metal fundido en moldes”.
Las fuentes son, pues, otro de los disparates que la informática para todos ha conseguido popularizar, a partir de falsos amigos. Así, ante el ordenador y dispuestos a escribir, seleccionamos una fuente en lugar de un tipo, y de vez en cuando restauramos ventanas sin tener idea de ebanistería, ni siquiera de bricolaje. El restore inglés ha acuñado ese restaurar, en lugar de un pertinente restablecer. Y una vez escrito, hay quien salva el documento (to save), en lugar de guardarlo. Y si se cuelga el ordenador, lo reseta (to reset), no lo reinicia. Empleemos una elegante tipografía para el texto y guardémoslo debidamente en el disco. Y el domingo ya nos movilizaremos para salvar las fuentes de nuestro entorno.

El texto original puedes encontrarlo aquí.

El contenido del texto

Todo texto posee una finalidad y responde a una estructura de contenido ya prefijada. En función de dicha finalidad y contenido, los textos pueden dividirse en varios tipos. El siguiente esquema enumera los tipos de textos que se irán desarrollando más adelante con sus respectivos ejemplos.


Para entrar de lleno en el tema, he aquí un fragmento de una novela de Benito Pérez Galdós, El amigo manso, que recoge la descripción de uno de los personajes:

Doña Cándida había sido hermosa. En la primera etapa de su miseria había defendido sus facciones de la lima del tiempo; pero ya en la época esta de las visitas y de los ataques a mi mal defendido peculio, la vejez la redimía del cuidado de su figura, y no sólo había colgado los pinceles, sino que ni aun se arreglaba con aquel esmero que más bien corresponde a la decencia que a la presunción. Deplorable abandono revelaban su traje y peinado, hecho de varios crepés de diferentes colores, añadidos y pelotas como de lana, aspirando el conjunto a imitar la forma más en moda. Así como en su conducta no existía la dignidad de la pobreza, en su vestido no había el aseo y compostura que son el lujo, o mejor, el decoro de la miseria. El corte era de moda, pero las telas ajadas y sucias declaraban haber sufrido infinitas metamorfosis antes de llegar a aquel estado. Prefería harapos de un viso elegante, a una falda nueva de percal o mantón de lana. Tenía un vestido color de pasa de Corinto, que lo menos, lo menos, databa de los tiempos de la Vicalvarada, y que con las transformaciones y el uso se había vuelto de un color así como de caoba, con ciertos tornasoles, vetas o ráfagas que le daban el mérito de una tela rarísima y milagrosa.

Usaba un tupido velo que a la luz solar ofrecía todos los cambiantes del iris, por efecto de los corpúsculos del polvo que se habían agarrado a sus urdimbres. En la sombra parecía una masa de telarañas que velaban su frente, como si la cabeza anticuada de la señora hubiera estado expuesta a la soledad y abandono de un desván durante medio siglo. Sus dos manos, con guantes de color de ceniza, me producían el efecto de un par de garras, cuando las veía vueltas hacia mí, mostrándome descosidas las puntas de la cabritilla y dejando ver los agudos dedos. Sentía yo cierto descanso cuando las veía esconderse por las dos bocas de un manguito, cuya piel parecía haber servido para limpiar suelos. De perfil tenía doña Cándida algo de figura romana. Era mi cínife muy semejante al Marco Aurelio de yeso que figuraba con los otros padrotes, sobre mi estantería. De frente no eran tan perceptibles las reminiscencias de su belleza. Brillaba en sus ojos no sé qué avidez insana, y tenía sonrisas antipáticas, propiamente secuestradoras, con más un movimiento de cabeza siempre afirmativo, el cual, no sé por qué, me revelaba incorregible prurito de engañar. La figura de sus modales era otra reminiscencia que la hacía tolerable, y a veces agradable, si bien no tanto que me hiciera desear sus visitas. El parecido con Marco Aurelio, que yo hice notar cierto día a mi discípulo, fue causa de que este le diese aquel nombre romano; pero después, confundiendo maliciosamente aquel emperador con otro, la llamaba Calígula.

Impresionada sin duda por la filípica que le eché aquel día, varió de sistema. Larga temporada estuvo sin ir a mi casa sino muy contadas veces, y nunca me pedía dinero verbalmente. Para darme los golpes se valía de su sobrina, a quien mandaba a mi casa, portadora de un papelito pidiéndome cualquier cantidad con esta fórmula: «Haz el favor de prestarme tres o cuatro duros, que te devolveré la semana que entra».

La novela la encontrarás entera si clicas aquí.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Actividades de El conde Lucanor

El solucionario de los ejercicios que habéis hecho sobre El conde Lucanor:

1. Que un pariente suyo sufre muchos atropellos por parte de los poderosos de la región donde vive y no puede evitarlos por no tener poder suficiente. Patronio le aconseja que soporte los atropellos con paciencia mientras puedan disimularse sin grave quebranto, pero si llegan a ser ofensa o perjuicio grande, que lo aventure todo y no disimule, pues es mejor perderlo todo y morir defendiendo el derecho y la honra que aguantar ofensas.

La zorra disimula mientras el perjuicio no es muy grave para su vida, pero cuando esta está en juego se arriesga a escapar para no perderla.


2.

a) Diálogo entre el conde Lucanor y Patronio: desde el inicio hasta … que se lo contara.

b) Historia o cuento de la zorra que se hizo la muerta: desde Señor conde… hasta … consiguió hacerlo.

c) Aplicación del cuento al caso del pariente del conde Lucanor: desde vos… hasta … atropellos.

d) Intervención de don Juan Manuel: desde El conde tuvo… hasta el final.


3. Otra vez habló… / Patronio, un pariente mío… (Patronio, un hombre…) / Señor conde Lucanor… / El conde tuvo este por muy buen consejo… (y como don Juan gustó de este ejemplo…).


4. En ambos textos la zorra se levanta y huye cuando ve en riesgo su vida. En ambos textos se aconseja disimular o sufrir los atropellos siempre y cuando no esté en riesgo la propia vida. El consejo final del texto del Libro de buen amor difiere de los versos finales del texto de don Juan Manuel.


Estudiad para el examen.

¡Buena suerte!

domingo, 14 de noviembre de 2010

El libro de buen amor - Juan Ruiz, Arcipreste de Hita

Este libro es una obra miscelánea que se enmarca en el mester de clerecía. Data del siglo XIV. Trata muy diversos temas a través de la versificación. La estrofa característica es la cuaderna vía, pero abundan también otros metros, es decir, es un poema polimétrico.
El hilo conductor es una autobiografía ficticia en que Juan Ruiz se presenta como galán y expone un amplio repertorio de posibilidades amatorias (de la pastora a la gran dama, de la soltera a la casada, de la mora a la monja...), y ello entreverado con una teoría sobre el amor, entre espiritual y carnal, mezclando fábulas, moralidades, cantos a la Virgen, etc. En un momento dado adapta una comedia latina anónima del siglo XII, el Pamphilus de amore, que había tenido mucho éxito en toda Europa a una historia sobre los amores de don Melón y doña Endrina.

Aquí tenéis la teoría resumida sobre El libro de buen amor:

El arcipreste de hita
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Otras páginas de interés:
Una ampliación de la teoría para aclarar dudas.
Un artículo interesante publicado en El País.
El texto completo.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Capitanes intrépidos


Para poder realizar un dosier sobre la película Capitanes intrépidos tendrás que seguir los siguientes pasos. Es importante que te tomes este trabajo en serio, porque de ello dependerá que tu nota del trimestre mejore o no. Convendría que hablases de la película con tus padres. Es posible que ellos también la hayan visto cuando eran pequeños y pueden decirte alguna cosa del recuerdo que conservan de ella. Si tienes alguna duda, o deseas comentar algo relacionado con el trabajo o la película, puedes hacerlo en el apartado comentarios que hay al final de esta entrada:

1. Buscarás un cartel de la película que encabezará el dosier.

2. Ahora deberás responder las siguientes preguntas en un apartado que llevará el nombre de competencia visual. Las respuestas deberán ser redactadas sin faltas de ortografía y con su pregunta correspondiente.

1ª parte: desde el minuto 1 al minuto 24.

1. ¿Qué le dice Harvey a Charles para que le admitan en el club de los Búfalos? ¿Cómo llamarías a esa actitud?

2. ¿Cómo es la relación entre Harvey y su padre?

3. ¿Qué es estar en “in Coventry”?

4. ¿Qué es lo que provoca la caída de Harvey al mar?

2ª parte: desde el minuto 24 al minuto 76 (1 hora y 16 mintos).

1. ¿Cuánto tiempo tendrá que estar Harvey en el barco pesquero?

2. ¿Por qué Harvey cree que los pescadores están locos?

3. ¿Por qué Manuel le dice a Harvey que escupa antes de tirar la basura al mar?

4. ¿Qué hace Harvey para que Manuel gane la apuesta con Jack el largo? ¿Qué te parece esa actitud?

5. ¿Qué tipo de pez coge Harvey? ¿Qué hace Manuel con el pez cuando se entera de que Harvey ha hecho trampa?

3ª parte: desde el minuto 76 al minuto 106 (1 hora y 56 minutos).

1. Antes de marchar hacia Gloucester, ¿qué hace el capitán Disco?

2. ¿Qué piensa hacer Manuel cuando llegue a Gloucester?

3. ¿Qué le entrega Jack el largo a Harvey cuando llegan a Gloucester?

4. ¿Qué ha cambiado en Harvey al final de la historia?

Apéndice:

El capitán Disco es un viejo marinero que lleva muchos años trabajando en el mar. Su lenguaje está plagado de expresiones curiosas relacionadas con la pesca, pero también con el lenguaje popular. Intenta dar un significado a esas expresiones. Si es necesario, consulta una enciclopedia o un diccionario.

A pescar ciento y la madre.

Pedazo de besugo.

Cenizo.

Ventilar una cuestión.

Por todos los demonios.

Estar a tope.

Empinar el codo.

¿Qué es pescar con albareque? ¿Y pescar con volantín?



3. El dosier incluirá algunas imágenes de la película, a ser posible relacionadas con las respuestas que has dado. Tales imágenes puedes encontrarlas en la sección imágenes de google.

4. Recoge información sobre sus dos protagonistas principales. ¿Dónde nacieron? ¿Quiénes fueron sus padres?¿Cómo empezaron en esto del cine? ¿En qué otras películas participaron? Etcétera. Esta información debe ir acompañada con alguna foto de los actores. Para la actividad pueden servirte estos enlaces de aquí y aquí.

5. Recopila información sobre Rudyard Kipling, autor de la novela en que se basa la película, y menciona alguna otra obra de las que escribió, en qué país nació, dónde se desarrollan algunas de sus novelas...

6. ¿Quién es el director de la película? Mira en la ficha técnica y menciona al menos otras tres de las que realizó entre 1937 y 1942. Engancha el cartel de esas películas.

7. Ahora llega la parte crítica. De manera coherente, (es decir, colocando una palabra detrás de otra y logrando que lo que se lea tenga sentido) irás argumentando por qué crees que todo el mundo debería ver o no esta película. La crítica, por supuesto, deberá llevar un titular que recoja el contenido de la historia, una ficha técnica y el cuerpo, que es donde va la parte agumentativa con la que defenderás tu opinión.

Todo lo anterior deberá ser presentado por medio de correo electrónico, en un formato word, con letra arial o book antigua. Su tamaño debe ser 12, y el interlineado 1,5.

Aquí tienes un breve fragmento de la película en el que tres de los personajes aparecen en acción. Fíjate en el modo que hablan, pues recuerda que la versión que hemos visto estaba doblada al castellano.